Nuevos Retos
La Realidad de un Mito
La Realidad de un Mito
La CVG arriba -29 de
diciembre- a los 35 años de su creación, tres decenios y medio durante los
cuales se cumplió todo un proceso para sacar a flote
la realidad de lo que pareció por mucho tiempo un mito, una leyenda a punto de
convertirse en tradición, la tradición de que Guayana, provincia tomada por
Antonio de Berrio hace cuatro centurias, no abrigaba en su
seno la codiciada y dorada Manoa, sino ríos y selvas hostiles custodiados por primitivos
habitantes todavía en la edad de piedra.
Los conquistadores y colonizadores no llegaron
a descifrar los códigos de ese mito, aunque hicieron
una aproximación a partir de la Expedición de Límites. Ha sido en tiempos de la
República cuando el mito comenzó a despejarse: La Ciudad de la dorada Manoa era
posible, pero había que construirla con la fuerza de
sus propios ríos y con los metales subyacentes en los extensos y
eminentes espacios de su geografía.
Tocó al Estado venezolano a través de la Corporación de Guayana (CVG) coronar todo ese esfuerzo secular del hombre en procura de riqueza y bienestar, con una prospección y cuantificación a fondo los recursos naturales de la región, seguidos de una planificación y programación de desarrollo que se ha venido ejecutando con aportes sustanciosos de la renta petrolera y créditos foráneos que conforman una deuda incompatible con la actual capacidad financiera del estado venezolano.
Tocó al Estado venezolano a través de la Corporación de Guayana (CVG) coronar todo ese esfuerzo secular del hombre en procura de riqueza y bienestar, con una prospección y cuantificación a fondo los recursos naturales de la región, seguidos de una planificación y programación de desarrollo que se ha venido ejecutando con aportes sustanciosos de la renta petrolera y créditos foráneos que conforman una deuda incompatible con la actual capacidad financiera del estado venezolano.
La deuda alcanza a los
400 mil millones de bolívares representada en una gran
infraestructura en plena producción, pero agravada por una tecnología
que ya resulta obsoleta para competir en el mercado internacional. De suerte que tal realidad
ha llevado al estado venezolano, propietario del
complejo industrial en los sectores hierro y acero, energía, aluminio, oro, forestal e inversiones minoritarias en otras
actividades productivas, a practicar una revisión de la misión estatista
de la CVG en cuanto a crecimiento y
desarrollo económico.
Los resultados de la revisión de esta misión
encuentran que "existe un agotamiento
de la estrategia de desarrollo basada en el uso intensivo de la renta petrolera y el endeudamiento externo,
conjuntamente con la exis‑
tencia de nuevas tendencias mundiales, en
cuanto a cambios tecnológicos, globalización y apertura económica y
comercial". En consecuencia, se plantea la necesidad perentoria, ya en
ejecución, de modificar significativamente
el papel preponderante estatista de la CVG como productor directo y
regulador de la actividad productiva.
Con ciertas
salvedades en el caso de Edelca, Ferrominera y Minervén, el sector privado ha sido
llamado para liderizar las empresas industriales de Guayana, urgidas de nuevas tecnologías que las haga competitivas y de
financiamiento que por incapacidad presupuestaria no puede cubrir el estado.
La CVG, sin quedar totalmente desvinculada del
capital societario de las empresas, asumirá un papel más cónsono con los
principios que le dieron origen, fundamentalmente con aquellos que le asignan
el rol de promotora del desarrollo, estimulando el uso del potencial económico
de Guayana. Para la dirección y control de las empresas exentas del predominio del capital privado, se crearán dos
empresas "holding": una industrial y otra minera del oro y
diamante.
En esta forma, la CVG mantendrá su condición
de Instituto Autónomo que le otorga el Estatuto Orgánico y su Reglamento
Interno, pero con una estructura organizativa, funcionalmente menos compleja,
en todo caso, con capacidad suficiente para ejercer a cabalidad, entre otras,
las labores de planificación, promoción y control de gestión.
Pudiéramos terminar diciendo al cerrar este capitulo
que el mito de El Dorado que hace 400 años tomó cuerpo en esta porción
geográfica de Venezuela, ha quedado atrás
como desideratum dificil de hacer realidad. Hoy el mito es una realidad.
El tiempo, la constancia, el esfuerzo, la madurez
y renovación del ingenio del hombre lo han hecho posible y se ha avanzado en 35
años en la compleja y organizada tarea de aprovechamiento, sólo que hay
que descifrar ciertos códigos que ayer fue de una manera y hoy podría ser de
otra.
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